27 noviembre 2014

LADY JOHANNA: JULIE GARWOOD



Lady Johanna, una indómita inglesa, está resuelta a luchar por su libertad en la Inglaterra del 1200, un mundo dominado por hombres. Al enviudar a los dieciséis años de edad, lady Johanna se prometió que jamás volvería a casarse.

 El rey Juan tenía sus propios motivos para desear que la joven se casara nuevamente con el novio que él había escogido. Pero el barón Nicholas, hermano adoptivo de la joven, encontró una salida para Johanna: que contrajera matrimonio con Gabriel McBain, el poderoso guerrero que administraba las propiedades escocesas de ella. Sin otra salida, la joven acepta este matrimonio, y la ternura y la paciencia del apuesto McBain van haciendo que florezca un amor como el que nunca había soñado.



Entre mis retos personales de este año se encuentra el de leer a esas grandes autoras de romántica que, por un motivo u otro, siempre he tenido en espera. Entre ellas, Julie Garwood ocupa un lugar muy especial porque sus novelas no solo pertenecen al género romántico, sino que se desenvuelve, y con muchísima pericia, como he podido comprobar, en el romance histórico, algo que me fascina porque me juntan historia y romance bien sustentados y no puedo ser más feliz. Cuando vi Lady Johanna en oferta en la última feria del libro de mi ciudad, lo compré sin dudar un segundo y me alegra haber seguido mis instintos. 

La historia transcurre en una época muy interesante de la historia y de la que confieso sé poco o nada, de allí que resultara un gran plus a la hora de empezar la lectura, me hacía ilusión conocer un poco más acerca de este periodo de tiempo, aunque confieso que temí por un momento verme defraudada porque me ha pasado que alguna vez he leído una novela histórica, no precisamente romántica, y se enfoca tanto en las tribulaciones de los personajes que apenas nos sitúa en el contexto histórico; por suerte, esto no ocurre aquí. Aunque predomina la historia de amor, claro, Julie Garwood se enfoca mucho en mostrarnos lo que ocurre en la vida de nuestros protagonistas en todo sentido; es decir, el difícil papel que les ha tocado en esta época tan compleja, Johanna como una muy joven viuda de un señor feudal inglés que se ve obligada a casarse con un guerrero escocés a fin de salvar su vida, y Gabriel, que tiene la difícil labor de unir un pueblo y plantar cara a los ingleses para conservar parte de su autonomía. La relación de los protagonistas transcurre de forma creíble, nada de flechazos incomprensibles ni amores a primera vista que hagan dudar de la madurez de sus sentimientos, y he aquí un punto a resaltar y que a mí, como mujer interesada en la igualdad de género, me parece quizá lo más resaltante de esta novela. Johanna es una mujer que fue víctima de abuso en su primer matrimonio por parte de un hombre monstruoso con quien fue obligada a casarse cuando era solo una niña, una práctica común entonces y que no nos es del toda ajena en nuestro tiempo, de modo que ella desarrolla, naturalmente, un carácter desconfiado, lo que hace más interesante el acercamiento con su nuevo esposo y el desarrollo de su relación. 



Mención especial para un personaje siniestro y que grafica a la perfección parte de la mentalidad de muchos de los hombres en aquella época, de la religión y de quienes la interpretaban a su antojo, e insisto en que no es un ejemplo que aún ahora nos resulte lejano. La historia abre con este diálogo que impacta, y mucho, pero que se convierte en una pieza importante de la historia de Johanna y que deja una lección clarísima de la importancia de la igualdad, entonces, y ahora. 

—Obispo Hallwick, se olvidó de las mujeres. ¿Dónde se sitúan en el amor de Dios?
Reflexionando sobre la pregunta, el obispo se frotó la frente.
—No las olvidé —dijo al fin—. Son las últimas en el amor de Dios.
—¿Por debajo de los torpes bueyes? —preguntó el segundo estudiante.
—Sí, por debajo de los bueyes.
Los tres jóvenes sentados sobre el suelo se apresuraron a asentir.
—Obispo —dijo Thomas.
—¿Qué, hijo mío?
—Lo que usted enunció, ¿es la jerarquía de Dios o la de la Iglesia?
La pregunta escandalizó al obispo: le sonó blasfema.
—Es lo mismo, ¿verdad?

Muchos de los hombres que vivían en aquellos tiempos estaban convencidos de que la Iglesia interpretaba fielmente las ideas de Dios.

Pero algunas mujeres sabían que no era cierto. Ésta es la historia de una de ellas.

Sí, yo también quería estrangular al obispo de marras, pero prefiero recomendar el libro para que vean qué le depara la historia; no considero spoiler decir que no es nada bonito, y me alegré por ello. 

20 noviembre 2014

PREMIADA



Hace un tiempo que no hago una entrada para agradecer los premios a los que tan amablemente me nominan, y creo que este es un buen momento para compartir uno de ellos que llegó por partida doble. Se trata del Premio Parabatais, que en primer lugar me concedió la encantadora Judith de Zona Excéntrica, y luego me obsequió también Carolina de Mis escritos. Las normas del premio son contestar las diez preguntas, nominar a diez blogs y realizar 10 preguntas.



Las preguntas de Judith son:

1- ¿Que lees actualmente?

En este momento, El cielo en un infierno cabe, que al pobre lo vengo postergando desde hace milenios.

2- ¿Cual fue el último libro que leíste y no te gustó?

Tengo una memoria muy selectiva, por lo que cuando un libro no me gusta generalmente lo olvido pronto, pero ahora mismo puedo pensar en Como agua para chocolate, de Laura Esquivel, que fue una gran decepción para mí porque lo empecé con altas expectativas que no se vieron cumplidas. 

3- ¿Que novela vuelves a releer una y otra vez?

Orgullo y prejuicio, de Jane Austen, aunque también debo nombrar a La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón. 

4- ¿Tu película favorita?

El laberinto del Fauno, una preciosidad. 

5- ¿Qué música escuchas actualmente?

No sé si la pregunta se refiere a una canción en particular, o a un género, pero oigo casi de todo y, como todos, creo, cada cierto tiempo me enamoro de un tema y lo escucho una y otra vez. En este momento, le ha tocado el turno a In This Heart de Sinead O´Connor.



6-¿ Cuántos libros tienes?

Son muchos, a Dios gracias, jamás se me ha ocurrido contarlos; pero por suerte cada vez son más...

7- ¿Qué es lo mejor que te brinda tu blog ?

Va a sonar a un cliché más grande que una catedral, pero lo mejor para mí es haber podido entablar amistad con tantas buenas personas con las que comparto gustos, en particular el amor por los libros. 

8- ¿Que género literario piensas que está en decadencia?

No se me ocurre ninguno; en realidad, no creo que llegue el día en que se pueda decir que un género ha llegado a ese punto; en todo caso, hay libros pertenecientes a diversos géneros que flaco favor les hacen, pero esa es otra historia.

9- ¿Un estado de ánimo ?

Demencialmente optimista. 

10- ¿Una palabra que te describa?

Creyente



Y ahora vamos con las de Carolina:

1- ¿Qué personaje masculino te ha fascinado por encima de otros?

Aquí tendría que poner una lista de aquellas... Voy a nombrar a uno de Jane Austen, que si por mí fuera nombraría a casi todos sus personajes masculinos, porque son riquísimos... como personajes con un profundo bagaje emocional, se entiende. Pero me quedo con el devoto y noble Coronel Brandon, de Sentido y sensibilidad

2- Tu libro o libros favoritos.

Se podría decir que ya contesté a una pregunta similar en el anterior cuestionario, pero no me oirán quejarme por nombrarlos otra vez. Orgullo y prejuicio de Austen, La sombra del viento de Zafón, y siguen firmas. 

3- ¿Has usado una "frase de novela" para flirtear alguna vez?

¿Se puede hacer eso? Ya, la verdad es que no se me había ocurrido, o a lo mejor lo he hecho y no me he enterado, con eso de que al fin y al cabo las novelas que leemos pasan a formar parte de nosotros y a veces echamos mano de sus frases como si en cierta medida fueran nuestras. 

4- Tu actriz favorita.

Muy fan de Meryl Streep, la adoro.

5- Tu actor favorito.

Lo lógico sería que mencionara a Hugh Jackman, con eso de que es el amor de mi vida, solo que él no lo sabe; pero seré imparcial y diré que es Ben Whishaw, que me parece extraordinario y no tan apreciado como merece. 



6- Un lugar a donde te gustaría ir de vacaciones.

¡Nueva Zelanda! Y luego me podría dar una vuelta por Egipto, y quizá pasar por Inglaterra, dar un brinco a Francia, otro a Japón...

7- ¿Qué libro te llevarías a tus vacaciones?

No puedo escoger solo uno, o en todo caso no puedo pensar en uno ahora, supongo que lo escogería sobre la marcha y con las maletas casi listas.

8- Si pudieras entrar a "vivir" en un libro, ¿cuál escogerías?

Me encantaría conocer el mundo de El señor de los anillos, La Tierra Media.

9- Una canción que te encante y que escuches con frecuencia.

Son tantas... en este momento se me ocurre The Story de Brandi Carlile, y Cuando ya no te esperaba de Camila. 

10- ¿Qué nombre o nombres de personajes literarios te han llamado la atención y por qué? 

Lo mismo, son muchos; pero ya que he mencionado al mundo de Tolkien en una de las respuestas anteriores, diré que Aragorn me parece un nombre precioso; no sé, quizá sea la forma como suena al pronunciarlo, todo lo que representa, en fin, que me encanta. 



Bueno, aquí mis respuestas, ha sido un verdadero placer responderlas, y me tomo la libertad de obviar una de las normas y entregárselo a quien desee llevarlo consigo. 

11 noviembre 2014

LA LOCA DE LA CASA: ROSA MONTERO



Este libro es una novela, un ensayo, una autobiografía. La loca de la casa es la obra más personal de Rosa Montero, un recorrido por los entresijos de la fantasía, de la creación artística y de los recuerdos más secretos. Es un cofre de mago del que emergen objetos inesperados y asombrosos.

La autora emprende un viaje al interior en un juego narrativo lleno de sorpresas. En él se mezclan literatura y vida en un cóctel afrodisíaco de biografías ajenas y autobiografía novelada. Y, así, descubrimos que el gran Goethe adulaba a los poderosos hasta extremos ridículos, que Tolstoi era un energúmeno, que Montero, de niña, fue una enana, y que, con veinte años, mantuvo un estrafalario y desternillante romance con un famoso actor. Pero no deberíamos fiarnos de todo lo que la autora cuenta sobre sí misma: los recuerdos no son siempre lo que parecen.

 Un libro sobre la fantasía y los sueños, sobre la locura y la pasión, sobre los miedos y las dudas de los escritores, pero también de los lectores. La loca de la casa es, sobre todo, la tórrida historia de amor y salvación que hay entre Rosa Montero y su imaginación.



Cuando me obsequiaron este libro, me pregunté si había algún mensaje oculto en el título, pero no, no se trataba de ninguna alusión personal, aunque hubiera estado muy bien dada. En realidad, no sabía nada de él, pero tan solo con leer la sinopsis supe que él y yo nos íbamos a llevar bien. 

La loca de la casa es un libro de Rosa Montero, la autora española tan conocida, que con esta obra nos muestra su lado más personal e íntimo, ese que la lleva a escribir, y con el que podemos sentirnos tan identificados los que amamos coger el lapicero y plasmar en palabras lo que sentimos.

Este libro no es solo una novela, también una especie de autobiografía, donde nos adentramos en los recuerdos de la autora; ella nos cuenta su proceso de creación, todo salpicado con increíbles anécdotas de otros conocidos escritores. Descubrimos, por ejemplo, que el gran Goethe sacrificó de algún modo su obra al preferir vivir en los placeres de la corte, que Tolstoi no tenía precisamente un carácter encantador, y así muchos otros datos interesantes.



Cada capítulo nos sorprende con alguna cosa que no esperábamos, un dato que oímos alguna vez, y seguro olvidamos, comprobando, al menos a mí me ha pasado, que en cada párrafo hay mucho de nuestros propias formas de ver la vida. Hay mucho de fantasía aquí, muchas metáforas, juegos, ilusión... Creo que Rosa Montero se lo pasó fenomenal escribiendo este libro, se habrá divertido inventando las historias más increíbles que, cosa curiosa, tienen una base de verdad. Después de todo, ¿no es acaso la ficción una forma de interpretar la realidad?

El título hace referencia a una frase de Santa Teresa de Jesús, quien decía: "La imaginación es la loca de la casa", y resulta más verdadero que la verdad misma, porque es este frenesí, esta falta de lógica, la necesidad de dejarse llevar por las ideas al escribir, lo que convierte a los escritores, en eso, escritores.

Les aseguro que esta es lectura ligera, y al mismo tiempo, muy inteligente, de esas que tanto te entretienen como te dejan pensando. La recomiendo muchísimo, toda persona que disfrute leer la apreciará en su gran dimensión.

02 noviembre 2014

RETRATO DE UN MATRIMONIO: NIGEL NICOLSON



El matrimonio en cuestión es el que formaron los escritores ingleses Vita Sackville-West y Harold Nicolson. Fue un matrimonio excéntrico, anti convencional, escandaloso para la época. Vita era una aristócrata, íntima amiga de Virginia Woolf –quien se basó en ella para crear al personaje protagonista de Orlando–, novelista y apasionada de la jardinería. Con su marido, restauraron y transformaron los jardines de la mansión Sissinghurst Castle, en el condado de Kent, hoy propiedad del National Trust. Aunque fue siempre un matrimonio bien avenido y tuvieron dos hijos, Nigel y Benedict, ambos eran bisexuales y tuvieron una vida sentimental paralela y tumultuosa. Este libro recoge, por una parte, una autobiografía que Vita dejó inconclusa a su muerte, en 1962, y que se escribió en un momento de crisis matrimonial, cuando la escritora vivía una intensa relación con Violet Treyfusis. Por otra, incluye el relato de Nigel Nicolson, el hijo mayor de la pareja, sobre la relación y los avatares de sus padres.

Retrato de un matrimonio es la historia de una pareja, pero a través de sus ojos se perfilan los hombres y mujeres que formaban parte del grupo de Bloomsbury y descubrimos así el lado más insólito de la Inglaterra de principios del siglo XX.



Hoy vengo con una reseña, digamos, reciclada, por usar una expresión, aunque no me gusta mucho relacionar esa palabra con los libros. Pero bueno, decía que es reciclada porque la compartí hace mucho tiempo en mi otro blog; pero recientemente me vi inmersa en la lectura de este libro, otra vez, y se me ocurrió que podría compartirla también por aquí a fin de que quienes no la leyeron entonces o son nuevos por estos lares, puedan recibir esta recomendación que, les aseguro, es muy merecida porque se trata de un libro maravilloso y, me parece, no tan conocido como debería. Mi historia con este libro es un poco extraña, como son las mejores, creo. Lo encontré por casualidad, de segunda mano, sin cubierta y, por ende, sin sinopsis; el título se me hizo extraño, estuve a punto de dejarlo pasar, pero me ganó la curiosidad, le di una hojeada y descubrí encantada que tenía algunas fotografías que me parecieron hermosas. Hasta allí estaba convencida de que eran motivo suficiente para comprarlo, pero entonces vi una fotografía en particular, la de Virginia Woolf y tuve que hacerme con él, todo lo relacionado con esta autora me llama muchísimo la atención.

 Luego, al ponerme con él descubrí que la historia que encierra es muy interesante, porque como ven en la sinopsis el tema que trata es curioso y bastante complejo. Debe de ser muy difícil escribir acerca de tus padres y ser imparcial, o tanto como es posible, pero siento que Nigel Nicolson lo hizo de forma fantástica; por cierto que él fue precisamente autor de una biografía de Virginia Woolf.

El libro está estructurado de forma que contamos con un prólogo y luego se intercala la narración de la propia Vita Sackville-West, en forma de una autobiografía no terminada, con las acotaciones de su hijo Nigel. Él cuenta en un inicio que cuando su madre murió encontró esas anotaciones en su estudio y pensó mucho acerca de qué hacer con ellas, pero decidió esperar a que su padre y otra importante protagonista de la historia, Violet Trefusis, fallecieran, para compartirla con el mundo.



Vita decidió empezar a escribir acerca de su vida cuando se encontraba en el periodo más importante de su vida; contaba con veintiocho años, estaba casada y tenía ya dos hijos. En esa época se vio en una encrucijada; quedarse con su familia, o fugarse con su amante, Violet Trefusis, que estaba también casada por esa época. De modo que esta situación fue una suerte de disparador para que se volcara a escribir sus memorias, desde su infancia. Así podemos conocer desde el fondo cómo era la vida en su época, la mentalidad de las familias aristocráticas y el desarrollo de una mente tan rica como la suya (Vita fue una escritora y  reconocida amante de la jardinería). Conocemos acerca de sus romances, en particular el que sostuvo con Violet y con el que llegaría a ser su esposo, Harold, un personaje muy interesante y que, lo mismo que su esposa, ocupó un puesto importante en su tiempo.
   
Harold y Vita eran bisexuales, tuvieron una serie de relaciones con hombres y mujeres a lo largo de sus vidas, tanto estando solteros como casados, por lo que insisto en que esta es una historia muy compleja. Lo usual que se podría pensar es que era todo muy retorcido, quizá, al menos yo lo pensé, pero según leía no pude menos que entenderlos, o al menos comprender el por qué de sus actos, y creo que en eso radica la buena pluma de Nigel Nicolson. Él no juzga el extraño matrimonio de sus padres, no los excusa, y mucho menos usa este libro para exorcisar demonios, como se le acusó en algún momento; él simplemente nos presenta una historia apasionante y nos lleva de la mano para conocer a un matrimonio fuera de lo común, que se mantuvo sólido durante cincuenta años y que marcó historia.

Obviamente, es un libro más que recomendado, imperdible.


Comparto una frase del libro que adoré porque menciona a Virginia Woolf, amiga de la familia, que por cierto dedicó Orlando a Vita; creo que Nigel Nicolson ha resumido en pocas palabras la mujer que fue:
  
 «Virginia Woolf es el ser humano más admirable que he tenido la oportunidad de conocer»