27 octubre 2009

Unidos en la campaña contra el cáncer




Mi amiga Fiona me ha regalado una de sus súper originales camisetas para colgarla aquí y recordarles la importancia de la prevención.
No creo que exista persona sobre la tierra que no haya perdido a un ser querido, a un amigo, o haya sabido de la muerte de una persona admirada por este flagelo de la humanidad.
Resulta increíblemente desconcertante que una enfermedad de la que conocemos hace tantos años siga atacándonos sin que nos pongamos en pie. De hecho que en una gran cantidad de casos le podemos ganar, debemos recordar que cáncer no es sinónimo de muerte y que todo acaba allí, al contrario.
El cáncer, descubierto en el momento adecuado, puede erradicarse y tenemos que tener claro que para eso está la prevención.
Le comentaba a Fiona que sólo en mi país el 90% de los casos se presentan cuando la enfermedad está muy avanzada y eso tiene que parar.
Pasemos por los exámenes respectivos, tanto hombres como mujeres, debemos pensar que no sólo se trata de nosotros, sino también de nuestros seres queridos que nos necesitan y aman.
De modo que ya saben, a pasar por los exámenes respectivos sin miedo y participen en todas las actividades posibles para llamar la atención del mundo.
¡Nosotros somos más fuertes, vamos!

24 octubre 2009

Súper naturalmente extraordinarios

Oda y homenaje para una de las mejores series de todos los tiempos. Y lo genial es que aún está en pantalla. Por favor, gente, de pie para aplaudir y lanzar hurras a esta maravilla.
Lo sé, lo sé, el fanatismo me corre por las venas, pero aún así no creo estar exagerando. Quien haya visto esta serie y no haya quedado deslumbrado por la trama o el carisma de sus protagonistas tiene un serio problema.
Recuerdo que cuando empezaron a anunciarla por Warner me causó mucha curiosidad porque me pareció interesante el planteamiento y también, valgan verdades, porque Jared y Jensen son guapísimos. Me dije que debía verla, al menos al principio para hacerme una opinión.
¿Cuánto ha pasado desde entonces? Cuatro o cinco años, no lo sé, cuando se trata de esto pierdo la noción del tiempo. De lo que si estoy segura y recuerdo vívidamente es que el primer capítulo fue como un golpe al estómago, de esos que te dejan sin aire, para empezar luego a alucinar con todo lo relacionado a ellos.
Porque no se trata de dos chicos guapos salvando damiselas en desgracia de monstruos patéticos o el clásico Apocalipsis del diablo con cuernos y cola.
Antes que los efectos especiales, las aventuras y todo lo que de por sí nos entregan, está la parte humana. Ese par de hombres a los que hemos visto pasar por todas las situaciones posibles, desde salvar al mundo mientras se dicen su vida, hasta llorar juntos por las pérdidas que a nosotros también nos hicieron buscar pañuelos. Esos capítulos en los que si tienes hermanos te daban ganas de agarrarlos a patadas o abrazarlos hasta asfixiarlos, y si no los tienes debes de haber renegado por ser hijo único. Ese episodio navideño que por poco y me pongo a tejerles un par de chalinas sólo porque era la única manera de canalizar el dolor, y no sé tejer.
Cierto que la serie puede haber tenido sus altibajos, que la cuarta temporada debe de haber hecho patalear a más de uno; yo, al menos he buscado como loca la dirección de Kripke para decirle un par de cosas. Y llegó la quinta, y ahora lo que quiero es ir y llenar de besos a ese idiota que parece disfrutar jugando con nuestros sentimientos.
No sé qué va a pasar ahora, no tengo ni idea y no estoy segura de querer saber, porque eso significaría que está por acabar y no sé qué haré entonces, sólo de pensarlo me da espanto.
Lo único de lo que estoy segura al cien por ciento es que pase lo que pase, Supernatural se ha ganado un lugar en mi corazón que nada podrá ocupar jamás. Porque estoy perdidamente enamorada de Dean Winchester y lo aceptaría a ojos cerrados con todo y sus tremendos defectos, el hombre es un héroe de los de verdad; porque aunque Sam me parece también encantador lo veo como un cuñado estupendo; porque quiero a Bobby Singer de tío, caminando o no; porque John Winchester es ese papá con el que una sueña y también me ha hecho odiarlo para luego adorarlo de nuevo; porque mi vida no estará completa hasta que me haya subido en un Chevrolet Impala del ’67 y no sé nada de autos; porque quiero juntarme con unos cazadores en el bar de las Harvelle mientras me cuentan sus aventuras; porque le tomé cariño a Ruby a pesar de ser una desgraciada y porque me iré al infierno por desear tanto a Castiel, una no debe ver a un ángel con esos ojos.
No hay lugar a conclusiones, porque sólo de pensar en esos términos hace que se me erisipele el cuerpo.
Si ven la serie me entenderán completamente, y si no, ¿Qué rayos esperan? Vayan corriendo por favor que tienen mucho que ver.
Los dejo un video fenomenal con imágenes de la primera temporada; si así empezaron imaginen cómo están ahora. Ah, y también me convirtieron en fan de Kansas y su “Carry on my wayward son”; se los debo todo chicos.


15 octubre 2009

A Very Potter Musical

Acabo de encontrar esta maravilla y tenía que compartirla, vamos.
No sé de dónde salió y cuánto lleva por allí, pero me ha dejado dando vueltas de la risa, casi me caigo de la silla, xD.
Es tan absolutamente ridículo que resulta graciosísimo. Se burlan de todo y de todos en el universo de Harry Potter, y ojo que está hecho por fans.
Se desatan las situaciones más hilarantes y está súper bien hecho. Las canciones y diálogos son increíbles, sólo hay que verlo.
Todos los personajes son fenomenales, pero me quedo con la chica que interpreta a Draco, sí, es una mujer y es fabulosa. Goyle está bastante bien y pensé que moriría antes de pensar algo así y la escena Voldy-Quirrell a la hora de irse a dormir es de otro mundo.
Si no lo vieron, no saben de lo que se pierden; sólo hay que prepararse para reír como locos y explicarle a quien esté cerca que es temporal, no tiene que llamar al manicomio...aún.
Les dejo la primera parte del primer acto subtitulado para que no se pierdan nada, de allí va para mejor y en la misma página de videos encuentran todo lo demás.
Diviértanse.

01 octubre 2009

Desterrados


Caballos salvajes, relinchos estremecedores

que encierran un profundo dolor.

Son prisioneros, mas no de cuerdas,

sino de su inmensa pena.

Están lejos del hogar,

la tierra huele a lejano,

páramos tristes y solitarios.

Expulsados por la mano de Dios,

y repelidos también por la de los hombres

que no vieron sus espíritus dulces y amorosos,

sensibles y necesitados de afecto.

Quizá por eso lo hizo Dios,

tal vez su lugar no estaba allí,

por eso los alejó de la que pensaban era su tierra

y los guió a otra.

Pero ellos no lo entienden,

la desesperación los embarga

y la soledad los oprime.

Si pudiera extender mi mano

y acariciar aquellos penachos,

con gusto lo haría,

porque tampoco creo que esta sea mi tierra.